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miércoles, 11 de marzo de 2015

Asombrosas maravillas de la creación (Parte 2)


Por qué las nubes no se rompen 
Otro texto con información científica es Job 26:8: “Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas". Este hermoso texto, explica que las nubes no se rompen y derraman su agua de una sola vez, aunque millones de toneladas se discurren arriba de los océanos en las nubes.   Y, por supuesto, Job estaba en lo cierto. Nosotros encontramos que Dios tiene un proceso gradual de enfriado que libera el agua poco a poco necesario para irrigar la superficie de la Tierra.   Dios se lo revelo a Job mucho antes que la humanidad lo investigará.  


El agua tiene peso, y su presión aumenta dramáticamente a medida que la profundidad se incrementa. Ciertos peces que existen en el fondo del océano están especialmente diseñados por Dios para soportar esta presión tremenda. Si fueran traídos rápidamente a la superficie explotarían. La presión que Dios puso en su estructura muscular sigue ahí en el interior cuando son llevados hasta donde la presión no se ejerce desde el exterior.  

Este es un hecho maravilloso, pero ¿te das cuenta de que nosotros también vivimos en el fondo de un mar atmosférico, que también tiene un enorme peso?   A nivel del mar estamos viviendo en la parte inferior de una muy pesada y densa cubierta. Esto ya había sido revelado a Job: “Al dar peso al viento, Y poner las aguas por medida” (Job 28:25).

La Biblia dice que el viento tiene peso. El aire, en otras palabras, es pesado. La atmósfera tiene peso. Si se sube una montaña, entre más alto se sube, más delgada se vuelve la atmósfera, y se siente más cansancio e incomodidad. ¿Por qué? Porque la presión no es tan grande. Dios ha construido una cierta cantidad de presión que equilibre en el exterior a nivel del mar. 

Cada momento que vivimos, una presión de 14 libras por pulgada cuadrada se ejerce sobre nuestra estructura corporal, y eso es bastante pesado. Toda persona en este mundo ya sea una mujer o un hombre corpulento, tiene una presión constante de más de 15 toneladas a nivel del mar empujando y presionando sobre ellos desde todas las direcciones.  

Incluso los pequeños insectos fueron diseñados por Dios para soportar esta presión. Un pequeño mosquito, tan ligero y frágil que parece que cualquier cosa podría aplastarlo, es construido por Dios para soportar el peso de la atmósfera.   ¿Puedes pensar que esto sucedió por casualidad? Qué maravilloso que Dios ha diseñado cada criatura viviente para estar cómoda en su propio entorno.

¿Afortunado accidente o diseño? 
Ahora consideraremos otro milagro. Formado por 2 principales ingredientes, nitrógeno y oxígeno, cuya mezcla es siempre la misma, ya sea en las más altas cimas de las montañas o en las cuevas más profundas. El equilibrio perfecto es del 79% de nitrógeno y el 21% de oxígeno.   Usted podría preguntarse, "¿Por qué es así?" ¿Hay alguna razón especial para ello? ¿Es importante que tengamos esta mezcla exacta de nitrógeno y oxígeno? Si se aumentara el nitrógeno, nuestros procesos para la vida serían más lentos y moriríamos. Si el oxígeno aumentará nuestros procesos vitales se aumentarían rápidamente, nuestro pulso se aceleraría lo cual nos llevaría a la muerte.  

Pero Dios lo hizo a la perfección. Suponga, por ejemplo, que la proporción en el aire fuera de 2/3 de nitrógeno y 1/3 de oxígeno. ¿Qué sucedería? Todo el mundo se convertiría en un mundo de locos risueños, todos estarían riéndose porque se produciría el gas de la risa, N2O, el mismo tipo que los dentistas usan a veces cuando extraen dientes. O suponga que la proporción del aire fuera dividido a la mitad. Eso produciría oxido nítrico, qué es rápidamente fatal para todas las formas de vida.

La perfecta proporción en el aire ¿fue un afortunado accidente que salió así?   ¿Acaso alguna casualidad ciega de la naturaleza puede producir esta mezcla exacta que es necesaria para el soporte vital de los seres vivos? ¿O fue un inteligente diseño? Ese mundo se volvería caótico si esta mezcla atmosférica se saliera fuera de control por un solo instante. Veríamos una de la más tremenda de todas las explosiones, ya que el nitrógeno es el componente básico de la pólvora; y el oxígeno, por supuesto, hace que la combustión sea más rápida.


Y sin embrago algún día, al parecer, va a ver una explosión así.   Algún día los elementos van a derretirse con un ardiente calor. Pedro nos dice en 2 Pedro 3:10 que "los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos". No sé cómo Dios va a arreglar eso, pero sé que algún gran incendio uno de estos días va a quemar la Tierra, que será purificada por este extraño fuego de Dios. Y los elementos estarán involucrados porque los elementos irán derritiéndose. Tal vez Dios va a cambiar la actual proporción de nitrógeno y oxígeno. Sí sé esto: debemos estar preparados para el día que se viene.

El sistema de calefacción de Dios: la corriente del golfo 
En Job 38:8-11 encontramos en forma poética la descripción de la creación del océano. Dios dice que la nube era su prenda y una densa oscuridad sus pañales, colocados alrededor del océano en su nacimiento. Pero entonces Dios añadió: "Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante". Los científicos de este mundo se han sorprendido en aprender los secretos de las corrientes marinas.

Por cierto, esas corrientes y movimientos de agua han estado en perfecto equilibrio para contribuir con la comodidad de la humanidad. Como ejemplo de ello tenemos la corriente del Golfo. No sabemos todo sobre esta corriente, pero sí sabemos que la vida en Norte América sería casi imposible si no fuera por la fantástica influencia de esta gran corriente.  


Sale del golfo de México, va a la costa este, y sube a las secciones nortes del mundo. De hecho, este rio es de 70 millas de ancho y casi 3000 pies de profundidad. Ahora note lo que sucede cuando este rio caliente llega a la entrada de la región del ártico en la bahía Baffin, donde encuentra una gélida corriente polar que corre hacia el sur. Como resultado de la titánica colisión de estos 2 gigantes, la corriente polar es forzada a zambullirse abajo miles de pies, donde sigue su curso hacia el sur, subiendo finalmente en el oeste de las Indias en su temporada de calor, enfriando así el terrible calor tropical.   

La corriente del golfo consigue desviarse hacia el este, subiendo a lo largo de las islas británicas, haciéndolas habitables. Fue el plan de Dios que esto sucediera. No creo que todo esto pasara por casualidad o accidente. Sin esa desviación de la corriente del golfo, algunas de las islas del norte se quedarían en un eterno invierno. Seguramente Dios está detrás del plan entero (ver Job 38:16).

Gafas protectoras y bifocales 
Piense por un momento en los peces que habitan los océanos. Son constantemente objetos del ataque de sus enemigos de arriba como las gaviotas.   ¿Sabías que los peces tienen globos oculares que les permiten mirar casi al instante en todas las direcciones? además los peces pueden ver 30% más lejos que otros animales porque Dios diseño los globos oculares de los peces para que tomaran en consideración la refracción de la luz.  

Nosotros tendemos a pensar que es un maravilloso logro cuando un oculista fabrica gafas especiales para compensar diversas refracciones en el agua, sin embrago Dios lo hizo para los peces antes. Las gafas nunca podrían haber llegado a la existencia por casualidad, sin embargo los evolucionistas sostienen que los globos oculares especializados de los peces aparecieron.  


En las aguas de Malaya vive un pez con lentes bifocales en sus ojos. Esta pequeña sardina es valorada por comida por las gaviotas. Ellas bajan en picada constantemente a tragarse este pequeño pez. Para que el pequeño pez pueda ver cuidadosamente que se acerca el peligro  debe tener una buena visión de lejos; pero desde cerca se alimenta de las microscópicas larvas que abundan en el agua, y por ello tiene una buena visión de cerca también.  

¿Sabías que el Creador lo proveyó de una pequeña membrana que tiene a medio camino en sus ojos, dándole la visión bifocal?   ¡Ese pequeño pez puede ver arriba a las gaviotas que vienen o abajo y ver esas cercanas larvas de los que puede alimentarse!

Nos parece maravilloso que el calificado optometrista y oculista puede perfeccionar gafas que nos permiten ver de cerca y de lejos, sin embargo, aquí está una pescado que ha existido desde hace miles de años y Dios lo hizo así desde el principio. No fue desarrollado a ciegas; tuvo que ser creado. Diseño inteligente tuvo que estar detrás de él. 

Aves y abejas
Ahora vamos a examinar 2 aves acuáticas de la costa del Pacífico. No puedo encontrar ninguna otra evidencia más fuerte de diseño en la naturaleza que con el tordo, un pajarito muy amable que vive cerca de los arroyos de la montaña. Esta ave boyante estará flotando alrededor, al parecer sin peso, y de repente se hunde hasta el fondo como un pedazo de plomo. Allí anda recogiendo trozos de comida en el lecho del arroyo. Después de tomar todo lo que quiere, él va al banco, se sacude, y misteriosamente se pone a flote nuevamente como el humo.

Se ha descubierto que este extraño pájaro tiene un equipo especial, un aparato muscular que inmediatamente agota cada pedacito de aire de su cuerpo, se deja hundir, y luego cuando sale, puede tomar el aire y flotar de nuevo. Los evolucionistas dicen: "Bueno, tenía que tener este pedazo de aparato, así que la naturaleza se lo ha facilitado." Por supuesto, no dicen lo que es la naturaleza, pero sostienen que solamente creció debido a algún desarrollo accidental. La verdad es que Dios lo ha facilitado. Él hizo esta ave como la hizo porque vio que necesitaba esto para la supervivencia.

Otro tipo de aves encontradas en la costa del Pacífico viven de una dieta de gusanos que viven en grandes agujeros en la arena. Puesto que este gusano está abajo en el fondo de su agujero, el pájaro debe ir hacia abajo para sacar al gusano. Sucede que, aunque el pico es exactamente de la longitud correcta para llegar al agujero, el agujero al ser estrecho mantiene el pico de las aves bien cerrado. Dios creó una pequeña aleta muy similar a una pinza de cirujano en la parte inferior del pico. Con este órgano especial el ave puede recoger al gusano, salirse del agujero, y tragárselo

¿No es maravilloso que Dios pensara en un pequeño pájaro e hizo algo especial con lo cual podría conseguir su alimento convenientemente? Si Él ama tanto a los pajaritos y proporciona las cosas para hacer su vida cómoda, ¿no te parece que Él está dispuesto a ofrecernos todo lo que pudiéramos necesitar? Él nos ama aún más. Recuerda, Él sabe si los pajarillos caen (ver Mateo 10:29-31).

Hace algunos años, una revista científica publicó un artículo de un biólogo inteligente que no cree en la evolución. En “Evolución Goes to Pieces o Bee’s Knee” (La Evolución se hace pedazos sobre la rodilla de una abeja), el autor examinó en primer lugar la enseñanza de los evolucionistas que cuando la necesidad de un determinado órgano se desarrolla en alguna criatura, este se produce en respuesta a esa necesidad. La propia naturaleza, o algún azar ciego, supuestamente vienen y producen el órgano necesario para adaptarse a la criatura para la supervivencia. Luego citó el ejemplo de las abejas. Cuando las abejas se arrastran en flores llenas de polen, sus aparatos de respiración se detienen por el polen. De hecho, ni siquiera pueden respirar mientras se encuentran dentro recogiendo su polen.


Resulta que todas las abejas tiene un cepillo especial situado en sus rodillas, un cepillo rígido que se utiliza para limpiar su aparato de respiración cuando salen de la flor para no sofocarse. Este biólogo señaló que si fuera cierto que estos insectos desarrollaran equipos especiales en respuesta a una necesidad, la primera abeja que existió no tendría los cepillos de rodillas. Cuando entró en la flor, se habría asfixiado y, en consecuencia, la especie de las abejas se habría extinguido en ese mismo momento. No, en lugar de que estos cepillos se desarrollaran lentamente a través del tiempo en respuesta a una necesidad, han sido provistos por Dios para satisfacer la necesidad y salvar a la primera abeja que se hizo.

La conclusión es que Dios anticipó las necesidades de sus criaturas y las hizo con todos los aparatos necesarios. Cuán agradecidos debemos estar porque Dios puede suplir todas nuestras necesidades con anticipación.

La Biblia dice: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios" (Sal. 14:1). Sólo un Dios de amor y poder podría haber hecho las maravillas que vemos a nuestro alrededor. Y si Él se preocupa por el mundo animal pequeño, Él cuida de nosotros, también. Él nos ama aún más de lo que ama a ese pajarito allá en la costa oeste, y Él quiere salvarnos. Él quiere llevarnos por fin a un lugar donde la naturaleza estará en equilibrio perfecto de nuevo y donde todos los estragos de la maldición del pecado serán eliminados para siempre.

Él me ama
¿Podemos dudar del amor de Dios, quien ofrece tan infinita provisión para todo lo que Él ha creado? Nada ha sido dejado solo a sufrir la extinción o la privación. Sólo la torpe interferencia del hombre con el delicado equilibrio de la naturaleza ha traído el dolor y la tragedia. Si Dios cuida de las necesidades de la más pequeña célula de los vegetales o animales más pequeños, ¿no creeremos que Él nos ama lo suficiente para cuidar de nosotros?

Uno de los hechos más emocionantes que aprendí acerca de los milagros de la naturaleza se refería al humilde cardo. Sin duda es uno de las más despreciadas de todas las plantas debido a su pegajosa y punzante naturaleza. Sin embargo, considere la maravilla de su reproducción. Cada vaina tiene 2 semillas en su interior que garantizan su supervivencia. Pero durante el primer año sólo una de las semillas comienza a crecer. La otra semilla se queda esperando hasta el segundo año para comenzar a crecer a fin de perpetuar 2 temporadas de crecimiento. Pero si algo le sucede a la primera semilla para que no pueda crecer y producirse, la segunda semilla empieza a crecer de inmediato en vez de esperar para el próximo año. Ningún evolucionista ha sido capaz de armonizar los milagros como este con sus teorías del naturalismo y el azar.

Sin duda, podemos ver que el cuidado de Dios se extiende a la orden más humilde y mínimo de las cosas que crecen. ¿No somos más valiosos para él que los cardos? Si Él hace milagros para salvaguardar un pegajoso y ponzoñoso cardo, ¿no guiará los caminos de aquellos por los que ha dado a su vida?


Que Dios abra nuestros ojos a la maravilla y la sabiduría de su gran obra. Cuando se arrodille para orar, recuerde dar gracias a Dios por toda su obra de Creación y por el gran amor que tiene para cuidar a todos los seres vivos de este mundo.

Tomado de www.amazingfacts.org, por Joe Crews.