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viernes, 13 de junio de 2014

Cerca de Jesús



Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es?” (Jn. 13:23,25).

Introducción: cerca de Dios

A todos nos gusta estar cerca de nuestros seres queridos,  nuestros familiares y amigos.

Por ejemplo, cuando hay una pareja de enamorados ellos hacen todo lo posible por estar juntos. El mayor gozo y felicidad consiste en estar con esa persona especial; poder mirarla, escucharla, convivir con ella, entenderla, eso es tener una relación.


Y lo mismo debemos hacer con Jesús. Debemos amarlo supremamente, desearlo como escribiera el salmista: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?” (Sal. 42:1,2).

O cuando un padre o una madre ama a sus hijos es su mayor deseo verlos sonreír, verlos felices y realizados en la vida. Cuando un hijo amado sufre los padres preferirían estar en su lugar con tal de que sus hijos estuvieran contentos.

Con todo, el amor de nuestros padres puede fallar en muchos casos, pero el amor eterno de Dios permanece para siempre “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá” (Sal. 27:10) “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti” (Is. 49.15).

El propósito de Dios es habitar cerca de nosotros, pero cada uno de nosotros debe decir si aceptamos esa invitación o no, el Señor respeta nuestro libre albedrío.

El discípulo más cercano

Todo lo que quería Juan era estar cerca de su Señor, Maestro, Mentor, pero sobretodo su Amigo. Muchos creemos que en el momento de la terrible prueba que afrontó Jesús frente a las autoridades religiosas de su tiempo, todos los discípulos lo abandonaron y lo dejaron solo. Sin embargo Juan estuvo a su lado y nunca se escondió ni quiso ocultar que era el discípulo amado por Jesús.

“El discípulo Juan, al entrar en la sala del tribunal, no trató de ocultar el hecho de que era seguidor de Jesús. No se mezcló con la gente grosera que vilipendiaba a su maestro. No fue interrogado, porque no asumió una falsa actitud y así no se hizo sospechoso. Buscó un rincón retraído, donde quedase inadvertido para la muchedumbre, pero tan cerca de Jesús como le fuese posible estar. Desde allí pudo, ver y oír todo lo que sucedió durante el proceso de su Señor” (Deseado de todas las Gentes, pág. 658).

Quien realmente ama, jamás abandona a quien es el objeto de su amor. Menos aun cuando enfrenta su mayor prueba. Si quieres saber si una persona realmente te ama; entonces sólo permite que el tiempo y las circunstancias adversas te lo demuestren. Juan deseaba estar siempre cerca de Jesús. Y ahora que su amigo enfrentaba lo peor, no lo abandonó; porque siempre quiso estar a su lado. Si de veras amas a Jesús entonces pasarás más tiempo con él, hablando de él y hablando con él.

Aquí radica el fundamento de la vida cristiana. Si primero no existe comunión entonces no existe nada. No hay entrega, no hay generosidad, no hay disposición, no hay entusiasmo, no hay energía, no hay disposición de dones, pero sobretodo no hay AMOR.


Cuando no buscamos a Dios cada día no logramos amarlo porque no lo conocemos. Es posible que en algún momento en medio de la prueba hayamos retrocedido ligeramente, como ocurrió con Juan. Pero cuando amamos realmente, no podemos evitar estar cerca de Jesús, cerca de su lado.

Entonces el amanecer es testigo de nuestra búsqueda por Jesús; arrodillarnos no es un acto de sacrificio sino una acción de sublime gozo; abrir su palabra no es un acto de estudio académico sino el abrir de una carta de amor, llevar almas a los pies de Jesús no es más un desafío a ser alcanzado sino una consecuencia natural en la vida de alguien que experimenta cada día estar cerca de Jesús. Por eso Juan no pudo abandonarlo; tanto tiempo cerca de su costado ¡Cómo dejarlo! ¡Cómo esconderse! ¡Cómo no hablar de él!

Todavía está cerca

La vida cristiana consiste en estar cerca de Jesús. Esto nos lleva a pasar más tiempo en oración hablando con él, pasar más tiempo escuchándolo en el estudio de su Palabra, más tiempo buscándolo en su templo, y más tiempo en todo lo que nos acerque a él.

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Is. 55:6). Dios no todo el tiempo estará disponible para nosotros. Muy pronto la Gracia de Dios se terminará. No todo el tiempo podemos andar lejos de Jesús. Es momento de reflexionar y volver al Señor. Pero no sólo debemos pensar y meditar. Debemos tomar una decisión.

Existen 2 formas de estar perdidos. Podemos estar perdidos habiéndonos apartado de la iglesia; habiendo apostatado, habiendo roto el pacto, trasgrediendo públicamente los principios que Dios estableció en su Palabra. Pero también podemos estar perdidos dentro de la iglesia.


Cuando nuestros pecados aún permanecen ocultos, no es porque somos tan hábiles para esconderlos, sino porque Dios es demasiado misericordioso para permitir el escándalo, todavía. Pero su gracia tiene un límite. Una vida doble no puede esconderse todo el tiempo. Por esta razón; debemos volver al Señor ahora. Él aún está dispuesto, aún está cercano. Aún su Espíritu te sigue llamando.

Uno de los momentos más terribles que tuvo que afrontar Sansón, Saúl y otros fue cuando el Espíritu de Dios se retiró de ellos. Jehová no más estaría cerca de ellos. Ellos traspasaron el límite. Se obstinaron tanto en alejarse de Dios, que finalmente decidió alejarse de ellos también (ver Jueces 16:20, 1 Samuel 15:23).

Dios quiere estar cerca

El mayor deseo de Dios es estar cerca de sus hijos, quiere manifestarse con poder por medio de ellos, ganar grandes batallas y realizar grandes hazañas por medio de ellos. Pero es necesario que nos acerquemos a Dios como lo hizo Juan. Por esta razón; Santiago declaró “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones” (Stg. 4:8).

Hoy podemos acercarnos a Dios tal como estamos. Dios desea estar cerca de nosotros. Eso es lo admirable y maravilloso. No importa qué pecados hayamos cometido. Dios quiere limpiarnos y transformar nuestras vidas completamente.

Pero es necesario comprometernos con él completamente. Dios desea acercarse a nosotros; pero ¿tú deseas acercarte a él? Si te acercas a Dios, si deseas vivir junto a su lado, él jamás te abandonará: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (Sal. 34:18).


Si tu corazón está quebrantado o si te sientes abatido; aunque no lo creas, es allí cuando Dios está más cerca de ti. Es increíble pero es verdad: DIOS QUIERE ESTAR CERCA DE TI. Él desea con todo su corazón estar cerca de ti.

Conclusión

Juan amaba mucho a Jesús al punto de recostar su cabeza en el pecho de su maestro. En el momento de la prueba, en un inicio lo dejó sólo por un breve tiempo, pero su amor por él lo llevó a recapacitar y nunca dejarlo; y seguirlo hasta estar lo más cerca de él a pesar de la adversidad.

“Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras” (Sal. 73:27,28).

Hoy debemos tomar una decisión definitiva. O acercarnos a Dios completamente o de lo contrario vivir separados de él. La vida cristiana significa vivir cada hora, cada minuto, cada segundo, las 24 horas de cada día al lado de Jesús.

Vivir cerca de Jesús o vivir alejados de él; esa es la pregunta determinante de nuestra vida. Tú puedes elegir estar lejos de él. Naturalmente esto llevará sus consecuencias. Pero quienes elijan vivir cada día cerca de Jesús, permanecer a su lado; ellos alcanzarán la vida eterna y vivirán felices aquí en esta Tierra mientras Jesús aún no llegue.


Quiero invitar a todos aquellos que voluntariamente deciden acercarse a Jesús. Esta invitación es para el amigo que hoy escucha la palabra de Dios por primera vez y que decide acercarse a Dios decidiendo conocerlo más por medio de su palabra; esta invitación también es para el hermano que por alguna razón está viviendo una doble vida aunque nadie lo sepa; esta invitación también es para quien se está alejando de Dios, lentamente pero lo está haciendo, ¡cuidado! aquí es donde comienza la apostasía; en el nombre del Señor Jesucristo te invito a no separarte más de él.

Tema adaptado del Pastor Daniel Villar E. Unión Peruana del sur.


Si desea ver este tema como presentación lo puede hacer en el siguiente link:
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