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miércoles, 22 de enero de 2014

¿Qué enseña la Biblia sobre el estado de los muertos?



El milagro de la vida

Dios produjo el milagro de la vida, compartió su existencia con los seres vivos, nos dio su vida. Por ello la vida es tan valiosa y nos muestra quién es el único digno de adoración: Dios.


Ni los más grandes científicos,  ni aún los ángeles más poderosos (entre ellos Satanás), son capaces de dar vida al más minúsculo microbio, solo Dios  puede dar vida "Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten" (Col. 1:17).

Dios compartió su existencia con el hombre, nos dio su vida, esto es un milagro y los milagros no se explican, se aceptan.

Como se originó la muerte en el mundo

Dios formó seres libres y eternos, entre ellos  estaba Lucifer [portador de luz], pero se rebeló contra Dios y se transformó en Satanás [enemigo]. Desde entonces comenzó una rebelión introduciendo el pecado en el mundo.


De acuerdo con la Biblia, "la paga del pecado es muerte" (Ro. 6:23). Así, la causa es el pecado y el efecto la muerte: "Por tanto, como el pecado  entró en el mundo por un hombre, y por el  pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Ro. 5:12).

Origen de la creencia de la inmortalidad del alma

La creencia de la inmortalidad del alma se remonta al Edén, cuándo Satanás le dijo a Eva que no moriría si comía del fruto prohibido (ver Génesis 3:1-6), lo cual está en completa oposición con la palabra de Dios “el alma que pecare, esa morirá” (Ez. 18:4,20; ver también Génesis 2:17).

 
Desde la antigüedad el hombre cree en la vida después de la muerte, algunos ejemplos son los egipcios, los orientales, los antiguos pueblos prehispánicos, etc.

Platón pone el fundamento del pensamiento occidental sobre la inmortalidad del alma definiéndola como aquello que «en la separación del cuerpo y del alma» sobrevive a la corrupción corporal.

De aquí surge la idea de que el alma se separa del cuerpo, idea que se adaptó al cristianismo cuando Constantino el emperador se “convierte” y mezcla muchas de sus antiguas creencias paganas con el cristianismo.  

¿Qué sucede cuando una persona muere?

La muerte es el proceso contrario a la vida. Para entender que es la muerte debemos entender que es la vida y como se constituye. El relato bíblico dice: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente" (Gn. 2:7).

Los elementos que conforman al ser viviente son:
·         Polvo de la tierra [materia] y
·         El aliento de vida [la chispa de vida que Dios da]. 
El polvo es inerte, no tiene vida, al igual que el soplo que es aire. La muerte es la separación de estos elementos.


De acuerdo con la Biblia nosotros somos almas, seres vivos, con carne y hueso, no es algo invisible ni independiente del cuerpo (como ejemplos ver Jonás 2:5; Números 21:5).

Un muerto simplemente desaparece (Salmos 104:29). Por ejemplo, cuando se apaga un foco, ¿a dónde va la luz? A ningún lado, simplemente desaparece. Así sucede cuando morimos.

Los muertos ya no tienen más parte con los vivos, simplemente dejan de existir “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9:5,6).

La Biblia es clara al explicar lo que hay después de la muerte. Los muertos no saben nada, ni trabajan ni tienen más parte con los vivos (Eclesiastés 9:10). No vuelven a sus casas (Job 7:9,10). No glorifican a Dios (Salmo 115:17).

¿Qué sucede a los impíos muertos?

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama” (Malaquías 4:1).

Al decir “ni raíz ni rama” se refiere a que son completamente eliminados. No es bíblica la enseñanza del tormento eterno en el infierno. Dios condenó a los hijos de Israel por su horrendo crimen de quemar a sus hijos en el fuego; lo cual, dijo Dios: “Cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón" (Jeremías 7:31). ¿Cómo pues, puede algún maestro religioso acusar a Dios de un crimen peor, que es quemar a la gente por la eternidad en un imaginario lugar de tormento?


El rey David estaba muy seguro de que cuando la gente muere, su proceso de pensar cesa, de modo que no pueden sufrir tormentos. "No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos" (Salmos 146:3,4). Para ser atormentado, en cualquier lugar, uno tiene que poder entender lo que está ocurriendo, pero, si sus pensamientos perecen en el día que él muere, entonces también perece su entendimiento.

Job sabía que “el sepulcro” era un lugar donde la gente está en reposo y no en tormentos, porque él dijo: “Allí los impíos dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas [...] cuando hallan el sepulcro" (Job 3:17-22). Al afirmar que "allí los impíos dejan de perturbar", Job está contradiciendo la popular idea de que los impíos van al infierno para ser atormentados eternamente.

¿Qué sucede a los muertos justos?

Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua" (Daniel 12:2). Daniel declara que muchos están en el sepulcro durmiendo, y que algunos de ellos resucitarán de entre los muertos para vida eterna, pero, algunos de los que duermen experimentarán castigo en la "muerte segunda" (ver Apocalipsis 2:11; 20:6, 14; 21:8). Por esto, Daniel muestra que justos e inicuos están en el mismo lugar, el sepulcro.

El Señor Jesús habla de muchos que “duermen” en el sepulcro. "Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz" (Juan 5:28). El Señor Jesús está hablando de la resurrección, mostrando de este modo que los muertos que están en el sepulcro están “durmiendo”, esperando su llamado para “salir” como lo hizo Lázaro. "Voy para despertarle" (Juan 11:11). Lázaro yacía muerto en el sepulcro desde hacía 4 días, no obstante el Señor se refiere a él diciendo que está durmiendo.


Los justos resucitaran hasta que Cristo vuelva por segunda vez (ver 1 Corintios 15; 1 Tes. 4:14-16). Jesús declaro “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Jn. 11:25). Él es el único capaz de dar la vida.

Engaños del Espiritismo

La Biblia nos advierte sobre los engaños que Satanás emplea para engañar a las personas y alejarlas de aquel que puede darles Salvación, utilizando diversos medios (ver 2 Corintios 11:14; Apocalipsis 13:13,14). 

Además estos supuestos “espíritus” enseñan contrariamente a las Sagradas Escrituras y engañan a mucha gente. Pero la Biblia es clara y nos aconseja: “Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Is. 8:19,20).

“Satanás seduce hoy día a los hombres como sedujo a Eva en el Edén, lisonjeándolos, alentando en ellos el deseo de conocimientos prohibidos y despertando en ellos la ambición de exaltarse a sí mismos. Fue alimentando esos males cómo cayó él mismo, y por ellos trata de acarrear la ruina de los hombres” (Ellen G. White, Conflicto de los Siglos, pág. 610).


Las manifestaciones sobrenaturales de muertos que intentan hablarnos son engaños de Satanás para perder y destruir a los vivos (ver el caso del rey Saúl en 1 Samuel 28:3-25).

La Biblia prohíbe terminantemente tratar de comunicarse con los supuestos “espíritus de los muertos” (ver Levítico 19:31; 20:27; Deuteronomio 18:10-12).

Exhortación a no creer en el espiritismo

“Es inminente `la hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar a los que moran en la tierra´ (Ap. 3: 10). Todos aquellos cuya fe no esté firmemente cimentada en la Palabra de Dios serán engañados y vencidos” (Ellen G. White, Conflicto de los Siglos, pág. 616).


“Los que busquen sinceramente el conocimiento de la verdad, y se esfuercen en purificar sus almas mediante la obediencia, haciendo así lo que pueden en preparación para el conflicto, encontrarán; seguro refugio en el Dios de verdad. "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré" (Ap. 3: 10), es la promesa del Salvador” (Ellen G. White, Conflicto de los Siglos, pág. 617).

La meta de Satanás es perder a todos los que pueda, y las falsas creencias nos dan un peligroso sentido de seguridad que impide que busquemos la salvación. Ahora es el momento de buscar a Dios "Si oyereis hoy su voz,  no endurezcáis  vuestros corazones" (He. 3:7,8). Es en esta vida cuando tenemos la oportunidad de elegir la vida eterna que se nos ofrece o elegir la muerte eterna, esa es nuestra decisión.

Advertencias y Promesas de Dios

"El alma que pecare, ésa morirá" (Ez. 18:20). Por amor y misericordia, Dios tiene que venir y  terminar con el pecado. "Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis" (Ez.18:32).

Satanás "engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). Dios dice "si pecas morirás", pero el diablo dice "aunque peques vivirás eternamente" ¿A quién debemos creer?


Dios nos creó para vivir eternamente, la muerte no forma parte de sus planes (Apocalipsis 1:18), cuando vuelva resucitará a sus hijos fieles (1 Tesalonicenses 4:14,16), y destruirá la muerte para siempre (Apocalipsis 21:4).

A veces es difícil cambiar ideas preconcebidas, pero a la luz de la Palabra de Dios no debemos temer a la muerte, a lo que debemos temer es a separarnos de aquel que puede darnos la vida. La muerte no es el final para aquellos que aceptan la salvación, Jesús venció la muerte y nos promete la vida eterna. Para sus fieles la muerte es solo un sueño del cuál despertarán ¿aceptaras o rechazaras al Señor de la vida y la clara enseñanza de su Palabra?

Que Dios nos bendiga y nos ayude a estar preparados para su Pronto regreso. Amen.

jueves, 9 de enero de 2014

Daniel 2 Una fascinante profecía



En esta ocasión compartimos una explicación del capítulo 2 del libro de Daniel.

Lo importante de este capítulo es darnos cuenta de la veracidad de la Palabra de Dios en el cumplimiento de esta asombrosa profecía, y fortalecer nuestra Fe en Dios y en sus promesas.


La historia universal comprueba la sucesión de reinos de la estatua. Y lo único que hace falta es el retorno de Cristo a la Tierra por segunda vez. ¡Que emocionante es saber que así como han pasado Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma El Señor regresa!

Este es el link de la presentación:

Que Dios bendiga a todos aquellos que esperan ansiosamente su retorno.