El evangelio eterno
Ahora,
analizaremos el contenido del mensaje del primer ángel: Para ello analicemos:
¿Qué dice Apocalipsis 14: 6 que tiene el ángel? Dice que tiene el Evangelio
Eterno; ¿Cuál evangelio eterno? La
palabra Evangelio procede del latín evangelĭum,
y este del gr. εὐαγγέλιον, que
significa buena nueva.
El
Apóstol San Pedro en la Santa Palabra de Dios cita que este evangelio es
eterno, porque desde antes que se formara la tierra, ya existía un plan de
Salvación para cualquier planeta que cayera en pecado; él lo dice de la
siguiente manera: “sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero
sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del
mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros” (1 Ped.
1:19 y 20).
Si,
así es, el evangelio eterno es la buena noticia de que hay remedio para la
muerte, que hay remedio para el pecado; hay sanidad para nuestra sociedad;
Jesús es el remedio, el pago por nosotros en la Cruz.
Apocalipsis
14:16, sigue diciendo que la función de este ángel, es predicar ese mismo
evangelio eterno en todo el mundo; y hoy en día, en la mayor parte del mundo,
de todos es conocido que Jesús murió en
la cruz del calvario por cada uno de nosotros. En el versículo 7 da su mensaje;
el cual, vinculado con Apocalipsis 10:11 nos dice que es necesario que se
profetice aun sobre muchos pueblos naciones y reyes.
Temed a Dios y dadle gloria
El
Mensaje inicia diciendo “Temed a Dios y
dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado”. La palabra temor
deriva del latín timor, -ōris; y cuando se expresa asociado al
temor de Dios, se conceptualiza como: “Miedo
reverencial y respetuoso que se debe tener a Dios.”
El
Miedo es un estado emocional que se caracteriza por angustia del ánimo por un
riesgo o daño real. El daño real que tenemos es el de la muerte eterna; y aquí
tenemos un mensaje de salud mental que tiene que ver con nuestra actitud hacia
Dios y que es de vida o de muerte; y no solamente la muerte temporal a la que
Jesús llamó “sueño” (ver Juan 11:11),
sino de muerte eterna; este mensaje, también implica el respeto que se debe
tener de Dios.
La
palabra respetar significa: “Tener respeto, veneración, acatamiento”;
y la palabra acatar significa: “Aceptar con sumisión una autoridad o unas
normas legales, una orden, etc.” Todo lo que Dios ha hablado al hombre a través de los profetas
es la autoridad, las normas legales y las órdenes que debemos cumplir.
Nótese
además que el mensaje dice que la hora de su juicio ha llegado. Cuando se juzga
a alguien se le juzga en relación a una ley; y en el caso de este mensaje, es
en relación a la ley de Dios.
Adorad al Creador en su santo día
El
ángel continúa diciendo “y adorad”.
La palabra “adorar”, deriva del
latín adorāre y significa: “Reverenciar
con sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como cosa divina”. Dios
es divino, y es el único que es digno de ser adorado; de hecho el ángel especifica
a quien se debe adorar, al que hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes
de las aguas.
Este
mensaje nos recuerda el caso del fabricante y el manual de uso que el fabricante recomienda para mantener en
óptimo funcionamiento el equipo o sistema fabricado; y nos indica que los seres
humanos, no somos el resultado de la evolución, que hay un Ser Todo Poderoso que nos
creó y que además dejo instrucciones claras y precisas en su manual –La biblia- sobre cómo debemos cuidar
nuestro cuerpo, los alimentos que debemos comer y que hacer para eliminar el
pecado y la muerte eterna.
Este
mensaje también nos
guía a uno de los 10 mandamientos de Dios a la humanidad: “Acuérdate del día de
reposo* para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el
séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero
que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la
tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día;
por tanto, Jehová bendijo el día de reposo* y lo santificó” (Éx. 20:8 al 11).
Si
notan el * es porque en la mayoría de las biblias nos da una nota al pie de
página el cual explica al día de la semana que se refiere y este día es el
Sábado. El significado de este día deriva del latín bíblico sabbătum, este del griego σάββατον, este del hebreo šabbāt, y este del acadio šabattum, descanso.
Entonces
¿Por qué adoramos en domingo? Es una gran pregunta a la cual no vamos a
contestar por ahora con detalles; no obstante es conveniente conocer que también
el cambio de este día de reposo estuvo predicho por el profeta Daniel “Y
hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y
pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta
tiempo, y tiempos, y medio tiempo” (Dn. 7:25)
Nótese
la palabra pensará, significa que quien hizo ese cambio, cree que cambio la ley
de Dios; pero su ley es inmutable. Si él hubiese tomado la decisión de
cambiarla hubiese dado instrucción a sus profetas para que quedara escrito en
su Santa Palabra. Además la muerte de Cristo atestigua sobre la inmutabilidad
de la ley, de poderse cambiar, ¡el no habría tenido necesidad de morir!
Ahora
entendemos por qué el profeta San Juan en apocalipsis 10:11 da la orden de que
es necesario que se profetice otra vez sobre muchos pueblos naciones y lenguas,
porque es necesario que los habitantes de este planeta entiendan cual es el
verdadero día de reposo.
Derivado
de aquel gran chasco los que siguieron y siguen esperando que Jesús regrese por
segunda vez a este planeta para poner paz y orden, formaron inicialmente un
pequeño grupo religioso que se hizo llamar Adventistas,
porque esperan el advenimiento de la segunda venida de Jesús, y del séptimo día porque comprendieron el
mensaje del primer ángel que hace el llamado de adorar al que creó los cielos y
la tierra en seis día reposando en el séptimo día.
Y
desde aquel entonces en cumplimiento al mandato del ángel de Apocalipsis 10:11
es conocido en el mundo entero en muchos pueblos, naciones y lenguas que el
verdadero día de reposo es el sábado.
Llamado: la solemnidad de la purificación del santuario celestial
Para purificar el
santuario terrenal, el pueblo de Israel
tenía que haber confesado todos sus pecados. Ese día era solmene y santo. En
ese día quien no había confesado sus pecados era borrado del pueblo.
El santuario era
purificado con sangre. Nuestro Señor Jesucristo como dice la Sagrada
escritura es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo; por eso el
mensaje del primer ángel cita el evangelio eterno, el mismo que como cristianos
conocemos: que hay remedio para el pecado
y por consiguiente a la muerte; pues el apóstol Pablo dice “que la paga
del pecado es muerte” (Ro. 6:23).
Ese es el
evangelio eterno que el primer ángel ha predicado en el mundo entero. Hoy, por
la gracia de Dios, sabemos que hay remedio a la muerte, hay remedio al pecado;
y que esos pecados desde el año de 1844 de acuerdo a la profecía de Daniel han
empezado a ser eliminados del Santuario celestial.
Reflexionemos
estas preguntas: ¿Hemos confesado nuestros pecados al único que los puede
perdonar, al único que los puede eliminar del santuario celestial? ¿Lo hemos aceptado como nuestro abogado
intercesor en ese juicio? ¿Lo hemos aceptado como nuestro único Salvador
personal? Sí aun no lo hemos hecho es el momento.
Y si
hemos de ser juzgados por la ley de Dios, ¿por qué no conocerla? ¿Por qué no
respetarla y cumplirla? ¿Por qué no cumplir con el cuarto mandamiento? El
mensaje del primer ángel en la reforma pro-salud, nos recomienda que hagamos un
cambio en la actitud que tenemos para relacionarnos con Dios, debemos tener una
actitud de respeto, de adoración y de temor; nos recomienda un cambio de hábito
para adorar a nuestro Creador correctamente
y en el día correcto. ¿Lo haremos?
Reconociendo
además que Él es nuestro creador ¿por qué no aprender en su manual las
instrucciones que dio al respecto de nuestra alimentación y el cuidado de
nuestro cuerpo? Este
mensaje es de vida o muerte según nuestra decisión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario