Una reflexión sobre nuestro lugar en el universo
Introducción
La vastedad del universo es un testimonio del poder creador de Dios. Solo
alguien más grande y poderoso que el mismo universo pudo formarlo. No está
hecho por casualidad, sino que tiene una estructura que evidencia un diseño
inteligente y complejo incapaz de ser producto del azar.
Y a pesar de su enormidad “aquel Verbo [Lógos] fue hecho carne, y habitó entre
nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad” (Juan 1:14). El creador vino a este mundo porque nos amó
eternamente.
Evidencias del diseño inteligente del universo
·
“Tenemos abundancia de elementos más pesados [necesarios para la vida], como el oxígeno, el silicio y el
aluminio, los cuales forman el 82% de la corteza terrestre, mientras que el 97%
del universo parece estar constituido por los 2 elementos más ligeros que
conocemos el hidrogeno y el helio” (la Ciencia descubre a Dios pág.53).
·
En nuestro sistema solar, Venus y Plutón giran sobre sí al revés de como lo
hacen sus planetas vecinos. Esto complica la idea de la formación de planetas
mediante un acontecimiento único.
·
“El físico Freeman Dyson calcula que si la distancia entre las estrellas
hubiese sido 10 veces menor de lo que es, habría una probabilidad elevada de
que otra estrella se hubiese acercado lo bastante a nuestro sistema solar para
sacar de orbita a los planetas” (la Ciencia descubre a Dios pág.53).
·
Las fuerzas centrípeta y gravitacional de los planetas en nuestro sistema
solar están en perfecto equilibrio, cualquier mínimo cambió haría que vagarán
por el universo o que fueran atraídas por el sol en proporción de la magnitud
de la fuerza que altere el equilibrio).
En la siguiente tabla del libro “La ciencia descubre a
Dios” (pág. 67) encontramos evidencias de que la formación del universo no pudo
ser producto de la casualidad, son testimonios del poder creador de Dios:
El perfecto ajuste del Universo
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Factor
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Descripción
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Materia
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La materia está perfectamente organizada en más de 100
tipos de elementos que interactúan para formar cualquier cosa, desde los
minerales de los planetas a las moléculas tremendamente organizadas de los
organismos. Los átomos de estos elementos complejos están compuestos de
partículas subatómicas que tienen que tener características precisas. Por ejemplo, si la masa del protón
variase en una parte por mil, no habría átomos ni elementos.
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Carbono
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El carbono, elemento absolutamente esencial para la
vida, tiene un nivel de resonancia que favorece muchísimo su incidencia. Si ese nivel de resonancia hubiese sido
un 4% menor, o si el oxígeno hubiese sido solo un 1% mayor, casi no habría
carbono.
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Sol
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El sol nos da continuamente la cantidad de luz exacta
necesaria para la vida en la tierra. Si
el sol estuviera solo el 5% más cerca o el 1% más alejado de la Tierra, ello
privaría a nuestro planeta de todo tipo de vida.
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Interacción nuclear fuerte
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La interacción o fuerza nuclear fuerte une entre sí las
partes del núcleo de los átomos. Si
esa fuerza fuese un 2% mayor, no habría hidrógeno, y, por ende, tampoco
habría Sol, ni agua ni vida. Si fuese 5 % más débil, habría exclusivamente
hidrógeno; nada más
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Interacción nuclear débil
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La interacción o fuerza nuclear débil controla parte de
la desintegración radioactiva de los
átomos. En el sol regula la fusión del hidrógeno en helio. Si esa fuerza fuese ligeramente superior,
no se formaría helio, y si fuese ligeramente inferior, no quedaría hidrógeno.
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Fuerza electromagnética
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Esta fuerza impera en partículas cargadas, como los
electrones, y, por ende, controla los cambios químicos que se dan entre los
átomos. Es un componente muy importante de la luz. Si fuese ligeramente mayor, las estrellas como el Sol serían
estrellas rojas, y mucho más frías. Si fuese ligeramente menor, las estrellas
serían estrellas azules muy calientes y de vida sumamente breve.
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Gravedad
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La gravedad mantiene cohesionadas las galaxias, los
soles y la Tierra. La relación precisa de su fuerza con respecto a la de la
fuerza electromagnética es crucial en sumo grado. Si cualquiera de estas fuerzas variase solo en el menor grado, el
resultado sería desastroso para estrellas como el Sol.
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Podríamos seguir escribiendo más y más evidencias pero se
haría un artículo sumamente extenso.
“LA NATURALEZA y la revelación a una dan testimonio del
amor de Dios. Nuestro Padre celestial es la fuente de vida, de sabiduría y de
gozo. Mirad las maravillas y bellezas de la naturaleza. Pensad en su prodigiosa
adaptación a las necesidades y a la felicidad, no solamente del hombre, sino de
todas las criaturas vivientes” (El camino a Cristo pág. 1).
Tamaño enorme del universo
He aquí algunos datos sobre el universo:
·
Hay más de 100,000 millones de galaxias dispersadas a través del Universo
visible.
·
Las galaxias más pequeñas poseen diámetros de algunos miles de años luz y
las galaxias más grandes poseen diámetros de varios millones de años luz.
·
Las galaxias más pequeñas poseen menos de 1,000 millones de estrellas y las
galaxias más grandes poseen más de 1 billón de estrellas.
·
La vía láctea tiene unos 100, 000 años luz de diámetro y tiene una masa de
más de dos billones de veces la del Sol. El Sistema Solar está en uno de los
brazos de la espiral, a unos 30, 000 años luz del centro y unos 20, 000 del
extremo.
·
Cada 225 millones de años el Sistema Solar completa un giro alrededor del
centro de la galaxia. Se mueve a unos 270 km por segundo.
·
Comparación entre el sol y la vía láctea: si el sol fuera del tamaño del
punto de una “i” de una página tamaño carta en un escrito normal, la vía láctea
sería del tamaño de Estados Unidos.
Esto nos enseña que nuestro mundo es sumamente pequeño,
cualquier tipo de orgullo queda de lado.
Llamado a corresponder al amor de Cristo
Y lo más maravilloso es que Jesús quiso venir a esta
ínfima partícula llamada planeta tierra a salvarnos y darnos vida eterna. Como
lo describe su Santa Palabra y con la evidencia científica que vimos la tierra
fue perfectamente diseñada, nada fue dejado al azar y es lo que hace sumamente
importante a este pequeño mundo.
La valía del ser humano está en que somos de Dios por creación
y por redención. El mismo Dios que hizo la bastedad del universo es el mismo
que colgó en un madero. No se pago nuestra redención con las maravillas que
existen en el universo sino con la vida del creador, algo mucho más valioso que
el universo mismo.
El no vino a salvarnos en grupo si no personalmente a
cada uno de nosotros:
“Si tan sólo
queremos escuchar, las obras que Dios ha hecho nos enseñarán lecciones
preciosas de obediencia y confianza. Desde las estrellas que en su carrera por
el espacio sin huellas siguen de siglo en siglo sus sendas asignadas, hasta el
átomo más pequeño, las cosas de la naturaleza obedecen a la voluntad del
Creador.
Y Dios cuida y
sostiene todas las cosas que ha creado. El que sustenta los innumerables mundos
diseminados por la inmensidad, también tiene cuidado del gorrioncillo que
entona sin temor su humilde canto.
Cuando los hombres
van a su trabajo o están orando; cuando descansan o se levantan por la mañana;
cuando el rico se sacia en el palacio, o cuando el pobre reúne a sus hijos
alrededor de su escasa mesa, el Padre celestial vigila tiernamente a todos. No
se derraman lágrimas sin que él lo note. No hay sonrisa que para él pase
inadvertida” (El camino a
Cristo pág. 85).
No olvides nunca que Dios es todopoderoso y nos ha dado
el más precioso don al entregar su vida. “¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Por lo cual estoy seguro de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos
podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
(Rom. 8:35, 38, 39).
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